Los de Virtuos son unos virtuosos. Suena a frase hecha y recurso fácil pero es todo lo que podemos decir después de comprobar lo que ha hecho este estudio con Nier: Automata – The End of YoRHa Edition, uno de los ports mejor ejecutados para la consola híbrida de Nintendo, y otro más en su cuenta personal. Y es que esta compañía de origen chino -aunque actualmente está afincada en Singapur- suele mantener un perfil bajo a pesar de estar presente en muchas superproducciones de estas últimas generaciones.
Como buenos soldados de fortuna, ofrecen apoyo y músculo -la empresa cuenta con 15 oficinas y 3000 empleados- a grandes compañías como Sony, Ubisoft, Activision, 2K, Square Enix, o Electronic Arts. Y además en los últimos tiempos se han especializado en ports a Nintendo Switch de juegos de sistemas superiores técnicamente con resultados más que convincentes. Dark Souls Remastered, The Outer Worlds, Bioshock: The Collection, XCOM 2 Collection, o Dying Light son algunos de sus trabajos para Nintendo Switch al que ahora se une esta versión de Nier: Automata que corona una trayectoria impecable.
Era necesario rendir este pequeño homenaje a Virtuos, ya que al igual que otras compañías como Saber Interactive –The Witcher 3: Wild Hunt-, Panic Button –DOOM y DOOM Eternal-, o Feral Interactive –Alien Isolation– han sido autores de versiones en algunas ocasiones increíbles para el sistema de Nintendo, y suelen ser los primeros en ser olvidados al hablar de cada título en cuestión. Nier: Automata llega 5 años después de su estreno oficial y Virtuos ha sido capaz de que este clásico moderno obra del controvertido Yoko Taro y Platinum Games llegue a la híbrida de forma óptima, como este título se merece.
Ahora ya podemos centrarnos en este juegazo sobrecogedor que nos regaló Yoko Taro y ejecutó magistralmente Platinum Games bajo el paragüas de Square Enix. Si algo le sobra a este título es calidad, y por ello se ha visto recompensado en crítica y ventas. Aunque hayan pasado 5 años desde su estreno en la aún vigente generación anterior -PlayStation 4 y PC primero y Xbox One después-, Nier: Automata es un juego que aún se siente fresco y que aún tiene mucho que contar -solo hay que ver la cantidad de proyectos transmedia alrededor del título-. Además ha servido para que su juego de origen –Nier de 2010- se beneficie de una versión mejorada para algunos sistemas de anterior generación con Nier Replicant ver.1.22474487139…, lanzado el año pasado.
¿Y que hace especial a Nier: Automata? Esto es muy sencillo de responder: la perfecta unión de una base de action RPG; un sistema de combate mutante que continuamente va cambiando entre el hack & slash más virtuoso de los doctos de Platinum Games y diferentes variantes de shoot’em up -vertical, horizontal, danmaku, twin stick shooter…- y que todavía se permite poner secciones plataformeras en 2D; un bello apartado artístico que nos presenta un mundo hermoso y desolado; una banda sonora evocadora y magistral; y la guinda al pastel la pone Yoko Taro con una narrativa brillante y una trama existencial.
Argumentalmente partimos de un futuro donde la humanidad fue atacada por una fuerza extraterrestre que desplegó un ejército de máquinas vivientes que rápidamente mermaron la población de La Tierra. Pronto y ante la posible aniquilación, los restos de la humanidad huyeron a la Luna desde donde siguieron coordinando ataques para recuperar el planeta. Se llegó a un punto muerto y por mucho tiempo ninguna de las facciones consiguió avanzar sobre la otra. Para romper este empate, la humanidad confía en el proyecto YorHa, una fuerza de ataque formada por androides muy avanzados con la única misión de acabar con las máquinas que ahora pueblan La Tierra.
Con esta premisa tomamos el control de 2B, una androide de combate que junto a su POD y 9C, un androide de reconocimiento tendrán que cumplir las misiones de YorHa mientras se empieza a desarrollar la historia que Yoko Taro nos tiene preparada. Hay que añadir que como es costumbre en los juegos del creativo japonés, Nier: Automata cuenta con varios finales en función de las decisiones que tomemos en algunos momentos del juego y no solo eso, sino que todos los finales no están disponibles en una primera vuelta. Así que la primera partida se nos puede ir por encima de las 20 horas, pero si queremos ver toda la historia -5 primeros finales- necesitaremos 2 vueltas más -con muchos cambios, eso sí- y nos iremos a cerca de 40 horas. Si además lo queremos ver todo, pues nos acercaremos a las 50 horas, una cifra nada despreciable.
Muchas son las bondades de Nier: Automata, aunque tampoco es perfecto, ya hace 5 años su apartado técnico no era el mejor de sus apartados, si bien el apartado artístico ayudaba a disimular sus evidentes carencias, y tampoco su rendimiento acababa de ser fluido a pesar de no ser un título puntero, aunque con el tiempo y varios parches este inconveniente fue mejorando. Otro punto negro fue el de las misiones secundarias, muchas, quizá demasiadas, siendo muchas de ellas totalmente insustanciales y de mero relleno. A pesar de estas pequeñas manchas, 5 años después Nier: Automata está considerado un clásico moderno y un imprescindible a jugar.
En Nintendo Switch Nier: Automata ha aterrizado con el nombre de The End of YoRHa Edition aunque muy poco se diferencia de la Game of the YoRHa Edition de PC y PlayStation 4, y de la Become as Gods Edition de Xbox One -esperemos que la obra de Yoko Taro no acabé teniendo tantas ediciones como Skyrim-. Todas incluyen el DLC 3C3C1D119440927, pero además la versión de la consola de Nintendo incluye el DLC 6C2P4A118680823 con algunos objetos, trajes y elementos cosméticos inspirados en NieR Re[in]carnation, un juego para móviles de la franquicia.
En el apartado audiovisual de la versión de Nintendo Switch tenemos que alabar las pocas concesiones que se han hecho respecto al original -algunas texturas e iluminación, y algo más de popping del ya existente en las demás versiones- y aunque las resoluciones se han visto limitadas a 1080p en el dock y 720p en el modo portátil, el frame rate ha salido sorprendentemente ganando en estabilidad -que no en cantidad- con una tasa de 30 frames bastante estables -alguna caída puntual aún queda-, esto sorprende porque en otros sistemas el frame rate era mayor pero sufría caídas más frecuentes. Virtuos ha sabido como priorizar el rendimiento realizando las mínimas concesiones posibles y han hecho casi magia. De la banda sonora del maestro Keiichi Okabe no hay nada que decir, es una obra maestra de principio a fin.
Nier: Automata – The End of YoRHa Edition es el mejor port de Nier: Automata que podía recibir Nintendo Switch, y posiblemente el mejor port hecho hasta ahora en el sistema. Se hacen concesiones, pero las mínimas, y se deja jugar con total garantía y fluidez. Si disponemos de otros sistemas puede que nos merezca más la pena alguna otra de las versiones, aunque poder jugar a este juego en portátil también es un plus de la consola híbrida de Nintendo. También se ha añadido control por movimiento, pero su implementación es más un extra que una propuesta a tener en cuenta. Si alguién aún no ha jugado a esta sobresaliente obra, en esta versión tiene una nueva oportunidad que no debe dejar escapar, y de verdad esperamos dos cosas, que Automata le abra la puerta en el sistema de Nintendo a la nueva versión de Replicant, y que Square Enix se acuerde de Drakengard, el origen de Nier.
Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por PLAION