Hace casi dos años nuestro compañero Jon Ortiz tuvo la ocasión de desgranar la nueva propuesta del estudio Goonswarm para PC, Sin Slayers. Ahora le toca el turno a su versión para Nintendo Switch -también está disponible tanto en PlayStation 4 como en Xbox One-, a la cual han bautizado como Sin Slayers: Enhaced Edition, un roguelite que arriesga en incorporar combates por turnos como mecánica de combate, cual JRPG. Una versión que mantiene todas las virtudes y defectos -con alguno más fruto de tener que adaptar el juego a una portátil- que ya tenía el original en su lanzamiento.

Tal y como nos indica el título, Sin Slayers gira en torno a los siete pecados capitales. El comienzo del juego se torna bastante abrupto. Un pequeño grupo de tres héroes aparece en un mundo infestado de extrañas criaturas, de las cuales consiguen refugiarse en una pequeña iglesia custodiada por un anciano ciego. Esta iglesia será nuestra base de operaciones para prepararnos para la exploración de los siete escenarios -uno por cada pecado capital- forjando equipo e ítems. La historia es bastante simple y carente de interés, a lo cual hay que añadir a que no hay interacción entre los personajes de nuestro grupo. Para mi gusto, es el apartado más flojo del juego, a pesar de ser un roguelite.

Una vez estemos listos, el objetivo será acabar con cada uno de los siete pecados capitales. Exploraremos cada uno de sus escenarios -generados de forma aleatoria- desde una perspectiva isométrica un mínimo de dos veces, ya que para acceder al pecado capital primero deberemos derrotar a un mini jefe en cada escenario. Desplazaremos a nuestro grupete de héroes sobre un tablero con casillas cuadradas marcando nuestro destino para marcar la casilla correspondiente con el stick, sin existir limitación alguna a la hora de elegir casilla. Encontraremos además los escenarios cubiertos de la niebla de guerra típica de otros géneros como los RTS.

Para que la exploración no sea un paseo, aparte de enemigos también encontraremos trampas -que podremos desarmar con el ítem correspondiente-, además de que el juego tiene un medidor de pecado que se irá llenando si fallamos al realizar algunas acciones como registrar cadáveres para obtener tesoros. Por suerte encontraremos altares para disminuir este medidor. Aumentar este contador de pecado hará que los combates se pongan más difíciles, notándolo fundamentalmente en los jefes finales.

La exploración acabará siendo una lucha constante para evitar que este medidor aumente si nos dedicamos a registrar todo lo que encontremos. Sin embargo, es casi preferible omitir esta búsqueda, tanto por las implicaciones negativas en la dificultad que tiene, como por lo poco que compensa. La mayor parte de las veces no encontraremos nada de valor, o directamente deberemos enfrentarnos a otro combate más o tener que desarmar una trampa.

En este punto es donde nos daremos cuenta de que el control con el stick es confuso y tremendamente impreciso. En no pocas ocasiones me he encontrado en la situación de no encontrar el cursor por haber marcado una casilla a la cual no podemos acceder -por ser, por ejemplo, un muro del propio escenario- ya que al hacer esto la casilla elegida apenas queda resaltada.

Esta imprecisión también se da en la navegación por los diferentes menús, donde se mezcla el uso del stick con la cruceta y los botones L y R para acceder a equipar items, configurar la formación o subir de nivel a nuestros héroes. Es evidente que el paso de controlar el juego con teclado y ratón a hacerlo con un gamepad no está del todo bien resuelto, llegando a resultar confuso. También contribuye a esta sensación el hecho de que apenas hay tutoriales que expliquen ciertas mecánicas básicas como subir de nivel o elegir las habilidades de cada héroe. En mi caso, tardé un par de horas en descubrir esta mecánica por este motivo.

A medida que vayamos avanzando en la exploración, nuevos personajes se unirán a nuestra causa, tanto NPCs que nos echarán una mano vendiéndonos enseres o forjándolos, como miembros seleccionables para la exploración. El plantel de estos últimos es bastante extenso, llegando hasta doce personajes.

Como indicaba al comienzo del análisis, la particularidad de este Sin Slayers es que el sistema de combate es el clásico sistema por turnos de un JRPG, en el que tendremos un reducido grupo de tres personajes en cada batalla eligiendo por turnos la acción de cada uno y el enemigo a atacar. Este sistema está bastante simplificado, aunque esto no quiere decir que la victoria sea rápida. Los combates en numerosas ocasiones se tornan innecesariamente largos. A pesar de que es posible evitarlos gracias a la habilidad de alguno de nuestros miembros, se hace indispensable afrontarlos ya que la victoria supone obtener objetos para utilizar en la mejora de equipo.

Lo que sí podemos decir es que los combates regulares contra las hordas de monstruos suelen ser muy asequibles. Afortunadamente, encontraremos una buena variedad de enemigos en cada escenario, con ataques diferenciados. Por otro lado, la parte interesante suele ser la batalla contra cada pecado capital, donde el juego realmente te pone a prueba.

Visualmente el juego tiene un pixel art simplista pero lleno de colorido. Este apartado es para mi gusto el más cuidado de todos, y se me ha hecho bastante agradable tanto la exploración como los combates. No puedo decir lo mismo de su apartado sonoro, que sin ser malo, sí me ha parecido muy anodino, con melodías que en ningún momento han quedado grabadas en mi memoria. Cabe destacar finalmente que el juego no llega traducido al castellano, lo cual agrega otro escollo adicional a los diversos problemas de los que adolece el juego.

A modo de conclusión, creo que Sin Slayers es un juego que a priori tiene bastante potencial, pero que queda lastrado por su sistema de combate poco profundo, una mala optimización en los controles de ciertos momentos, y por una historia que, de haber estado más trabajada, podría haber aportado algo de profundidad al juego.

 


Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por Black Tower Games