Si Aspyr Media nos dio la sorpresa el año pasado con el anuncio de la remasterización de dos clásicos de los más queridos de la franquicia de juegos basados en el universo de Star Wars, Star Wars Jedi Knight II: Jedi Outcast y Star Wars Jedi Knight: Jedi Academy, que ya revisamos en 33bits, no fue menos sorprendente cuando anunciaron su siguiente proyecto referente a la franquicia, la recuperación de Star Wars Episode I: Racer. Hay que recordar que en estos momentos los derechos para la realización de videojuegos basados en la obra creada por George Lucas y ahora en manos de Disney están en manos de Electronic Arts, por lo que sorprende más si cabe que una pequeña desarrolladora haya conseguido los derechos para remasterizar juegos anteriores de la franquicia, algunos fuera del nuevo canon creado por la compañía del ratón.

Pero a nadie le amarga un dulce, y menos si el juego a recuperar es uno de los mejores juegos basado en Star Wars, y además un buen juego de velocidad y carreras por derecho propio. En esta ocasión, Aspyr Media ha seguido la misma línea que en las dos remasterizaciones anteriores, respetando totalmente el juego original -para lo bueno y para lo malo- y centrándose en modernizar el apartado técnico, particularmente en la resolución, en el rendimiento, y en el control. Por supuesto esto será suficiente o insuficiente en función de lo que el jugador espere de la remasterización, pero a la hora de experimentar la velocidad de un juego de carreras, funciona.

En el año 1999 se estrenó en los cines de todo el mundo Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma, la primera entrega de una nueva trilogía de películas que servirían de precuela a la trilogía clásica de Star Wars. Esta trilogía estaría centrada en los eventos ocurridos antes de la caída de la antigua república y el ascenso del Imperio, y su protagonista, entre otros, sería el joven Anakin Skywalker y su tortuoso viaje hasta convertirse en el malvado Darth Vader. Pero centrándonos en la La Amenaza Fantasma, uno de los pasajes de la película que más gustaron, y que además gozaba de una calidad audiovisual excelsa, fue la carrera de vainas.

En esta carrera de vainas, inspirada claramente en las carreras de cuadrigas romanas, el joven Skywalker debía acabar primero para conseguir los repuestos de la nave real de Naboo y de paso conseguir su libertad. Pero a pesar de que el pasaje de la carrera duraba unos minutos, LucasArts supo crear un videojuego completo alrededor de estas escenas. Un videojuego que salvando las capacidades técnicas de las máquinas de 1999, nos permitía disfrutar de estas carreras con un acabado técnico muy meritorio, y además estaba bien servido de contenido.

Lanzado originariamente para Dreamcast, Nintendo 64 y PC, Star Wars Episode I: Racer es un juego de carreras futuristas con un envoltorio de lujo, la famosa carrera de vainas del Episodio I, pero que en sus entrañas escondía un arcade de carreras muy bien planteado y desarrollado, digno de sentarse a la mesa de F-Zero y Wipeout, los dos pesos pesados del género que triunfaban en aquella época. Y es que este arcade usa muy bien la licencia de Lucas para presentar un modo torneo con 25 corredores, de los que fácilmente recordaremos a Anakin o Sebulba, que correrán en 8 planetas diferentes del borde exterior, y 27 circuitos repartidos en 4 torneos diferentes de distintas dificultades, 7 circuitos para el torneo amateur, 7 circuitos para el semi-pro, 7 más para el torneo galáctico, y finalmente 4 circuitos para el torneo desbloqueable especial.

La dificultad de los torneos es progresiva, y si en el primero de ellos es fácil quedar en las primeras posiciones e ir desbloqueando personajes y consiguiendo truguts -la moneda del juego- para los siguientes necesitaremos de mayor pericia, de elegir al corredor que más se adecue a nuestras necesidades, y a la mejora de nuestra vaina. Precisamente los tugruts que ganemos los podremos invertir en piezas para nuestra vaina, ya sean nuevas, o de segunda mano compradas en la tienda de Watto. Estas piezas mejorarán los stats de nuestra vaina, lo que será una garantía para superar las carreras más avanzadas y complicadas.

Aunque los 27 circuitos se repartan entre solo 8 planetas, los circuitos de cada planeta son bastante diferenciados entre sí en trazado y complejidad, y además tienen varios atajos que nos harán ganar unos segundos, aunque tomar estos atajos siempre implica un riesgo, sobre todo a dificultades elevadas. Algo bastante importante en particular de este juego, es que podremos arreglar los motores de nuestra vaina en plena carrera con unos pequeños droides, aunque durante los instantes que dura la reparación perderemos velocidad, con lo que es importante encontrar el mejor momento para ello, o perderemos varias posiciones.

Complementa el modo torneo un modo contrarreloj y un modo multijugador para dos jugadores a pantalla partida en la misma consola, el cual también puede ser jugado en local, en Nintendo Switch. También en la híbrida de Nintendo podremos jugar a dobles usando un joycon cada jugador y sin la necesidad de un mando adicional. El control ha mejorado bastante respecto a las versiones de Nintendo 64 y Dreamcast y junto a las mejoras de rendimiento, jugar este Star Wars Episode I: Racer es una delicia.

Y además de disfrutar de una sensación de velocidad renovada, lo haremos con la banda sonora original, que ya en su día usaba temas del maestro John Williams para darle un punto de epicidad a las carreras, sobre todo cuando jugamos algún circuito donde el tema que suena es el increíble Duel of the Fates. Parece ser que se ha usado material original, y la calidad no es tan elevada como la de los medios actuales, aquí quizá Aspyr podría haber trabajado el sonido un poco más, aunque desconocemos si hubieran podido tener acceso e implementar una banda sonora revisada.

Star Wars Episode I: Racer era un portento técnico en 1999, y la subida de resolución y los 60 frames por segundo de esta versión remasterizada le ha sentado genial al juego, que ahora es incluso más jugable de lo que lo era en sus versiones originales, aunque a pesar de esto, al juego se le notan las costuras. No hubiera sido transgresor con el original si se hubieran hecho otros arreglos técnicos como mejorar la distancia de visión, cambiar algún modelado y alguna textura que otra, aplicar filtros y efectos de postprocesado, algo no demasiado invasivo pero que hubiera elevado la calidad visual del juego a unos estándares más acordes a nuestro tiempo.

Es indudable que el juego era bueno hace 20 años, y 21 años después lo sigue siendo. Es divertido, muy jugable, amplio de contenido, con una jugabilidad arcade pero manteniendo un punto táctico con las posibles mejoras, las reparaciones en carrera y cuando ejecutarlas. Y como novedad ha recibido una mejora de rendimiento, otra de resolución, y un mejor control, pero, ¿es esto suficiente? Es difícil contestar a esta pregunta porque ya hemos visto otros trabajos de Aspyr Media en la misma línea -las dos remasterizaciones de los Jedi Knight sin ir más lejos- y Star Wars Episode I: Racer se ha mantenido fiel al guion, se podría haber hecho más, pero también se ha respetado al máximo la obra original, lo que ciertos usuarios agradecerán. De todas formas, si somos fans de Star Wars, estamos ante uno de los mejores juegos basados en la franquicia, y si nos gustan las carreras futuristas, ya no es ni para dudarlo. Esperemos que Aspyr Media nos sorprenda pronto con otra remasterización, nos apetece un Rogue Squadron, ¿no?

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Zebra Partners