Tiny Dangerous Dungeons Remake está de rabiosa actualidad en el mundo del videojuego, aún más que el pathtracing y la IA reconstructiva ¡Ahí es nada y todo! Lo primero, el neo-retro está en un auge monstruoso, merced a legiones de ancianos jugadores entrados en edad y dominados por una nostalgia que mejora todo lo que hicieron y jugaron hace décadas. Luego, los metroidvania lo están partiendo muchísimo más que los tan abundantes y repetitivos juegos de mundo abierto. Pero es que encima se le pone la puntilla al ser un remake y subirse también a ese increíble y necesario movimiento lúdico de remakear o remasterizar a los pocos años juegos, conocida también entre el público como «¿y para qué narices le hacen un remake a este juego?» ¡Lo tiene todo!

Así, tras esta muy estúpida y mentalmente criticable introducción, decir sin problemas que remakear un juego del que, lamentablemente, no muchos conocen, para dar otro juego mucho mejor ha sido tanto una excelente idea. Tiny Dangerous Dungeons Remake ofrece bastante más que sus primeros compases nos pueden hacer pensar, sabiendo condensar un excelente metroidvania, en un precioso frasco de esencias de unas cuatro muy satisfactorias horas.

Hablar del equipo finlandés Adventure Islands es hablar de Jussi Simpanen, porque estamos ante otro lone wolf en gran medida. Lleva firmando durante ya buenos años juegos 2D de estilo clásico de precios y duración contenida, pequeños frascos de esencias como decía. Este Tiny Dangerous Dungeons Remake bien puede ser su trabajo más ambicioso hasta la fecha, derribando por completo la idea preconcebida de hacer un remake para relanzar y reactivar ventas aprovechando gran parte del trabajo hecho años antes. La imagen de arriba es ya uno de los jefes adicionados a este proyecto… también que el Tiny Dangerous Dungeons original solo tenía uno nada mas, y…

Ese juego lanzado en 2019 es una joya que empiezo recomendando muy fuerte probar. Con una estética puro Game Boy, pero la de la pantalla verde, no la grisácea que ofrecería Game Boy Pocket, ofrecía un metroidvania tan contenido como muy bien tirado para dejarnos un gran gusto en el paladar en la hora/hora y media que duraba, lo prometo. Este remake duplica esa duración, o algo más tal vez, porque hay buenos añadidos y hasta secretos y dos finales asociados a ellos.

No hay una narrativa potente, pero sí mucho carisma. No es la primera vez que vemos al vivaz Timmy coloreado, ya que aparecería también en el juego ya enfocado a las plataformas puras Super Dangerous Dungeons, y ahora vuelve a la mazmorra donde todo empezó, como su primera aventura para labrarse fama y dinerillo.

Podríamos decir que Tiny Dangerous Dungeons Remake tiene todo lo que le pediríamos a cualquier metroidvania clásico, maravillosamente condensado, y sintiendo que no estamos ante una demo, o un título con carencias. Que encima está en español para completarlo aún más.

Las plataformas son la prioridad dentro del juego, no tenemos habilidades ofensivas de primeras. De hecho, es que el primer jefe que enfrentamos hay que pasárselo esquivando y saltando. Pero conseguiremos el cuchillo, y todo será más fluido y conocido. Es como digo, exploración concienzuda, un mapa interconectado bien diseñado, backtracking medido para ser gratificante y nada pesado teniendo en cuenta que no hay viaje rápido entre puntos de salvado, objetos que nos proporcionan habilidades, mejoras de vida, esos secretos mencionados… La sensación es esa, lo tenemos todo, y lo disfrutaremos bien en menos de cinco horas.

Mi primera toma de contacto con Tiny Dangerous Dungeons Remake fue una pequeña decepción al no convencerme tanto el diseño visual y, sobre todo, que la música no me parecía a la altura del gran tema que corona casi todo el juego original. La segunda impresión es la de divertirme y sentir muy simpático el juego. Y ya la tercera, logrado el 100% del juego sin dificultades abrasadoras, pero tampoco con la facilidad que me había presumido en su primera hora, es quedar muy contento tras un desafiante enfrentamiento contra el auténtico jefe del juego. El diseño general es claramente más complejo, medido y calculado de lo que esa primera hora nos hará pensar.

No hay mucho que contar, no tanto por ser un juego corto, sino porque es todo agradablemente conocido. La adición de fases de plataformas de precisión me ha gustado bastante, por ejemplo. Los jefes no son grandísimos escollos -igual la araña y el jefe del final verdadero sobre todo- y se hace divertido luchar contra ellos. Y ese diseño audiovisual que me terminó ganando, ofreciendo distintos escenarios y melodías que se terminan quedando en la cabeza. La música la firma la otra persona implicada en el proyecto… KungFuFurby.

Ya como despedida resaltar lo acertado de comprimir géneros o estilos de juego, de formas sabias que dejen la sensación contraria de escasez y experiencia recortada. Quienes se hayan acercado a cosas majas como Gato Roboto, Sun Wukong VS Robot, o el precioso Imp of the Sun comprenderán esto fácilmente, y espero valoren como se debe no solo este Tiny Dangerous Dungeons Remake, sino el juego base de hace seis años, ambos a precios excelentes, en Steam, iOS y Android. Justamente, espero que este remake sí de el salto a más sistemas, al menos a Nintendo Switch, porque los títulos de Adventure Islands no están llegando a consolas, y espero que aquí los usuarios al menos de Nintendo Switch puedan disfrutar de esta pequeña y brillante gema.