Slain Back From Hell nos gustó bastante, y Valfaris nos gustó más aún; con este historial era muy poco probable que el estudio Steel Mantis nos fuera a decepcionar con este Valfaris: Mecha Therion, y ya podemos decir que no lo ha hecho, es más, nos ha sorprendido y hasta nos ha agradado el cambio de genero. Los cambios de género en franquicias tan jóvenes -si es que se le puede llamar franquicia- es siempre un riesgo, y tras tres años de desarrollo Steel Mantis ha sabido hacerlo realmente bien, manteniendo totalmente reconocible ese universo oscuro y fantástico del primer Valfaris pero con un tipo de juego totalmente distinto. Valfaris: Mecha Therion, se transforma en un shoot ‘em up de scroll lateral, para sorpresa de los fans del primer juego, y para alegría de los seguidores del género.
A nivel de historia hay muy poco que decir, Valfaris: Mecha Therion continua justo después del final de su predecesor. Therion, el protagonista del primer juego, continua la lucha contra su padre, Lord Vroll, que al igual que él ha escapado de Valfaris antes de su destrucción. Pero esta vez Therion recurrirá a un arma sorprendente y mucho más poderosa, un mecha que le permitirá enfrentarse con garantías a las inmensas fuerzas de su padre tanto en otros planetas como en el espacio. Un argumento simple y directo, y de paso con esto ya esta justificado el cambio de género.
La nueva propuesta de Steel Mantis no se conforma con presentarnos un shoot ‘em up de scroll lateral tradicional, sino que nos presenta un sistema de armamento con muchas posibilidades y profundidad, y mecánicas cogidas de aquí y allí que funcionan realmente bien juntas, además todo ello sin perder la esencia de la saga, con armas que ya conocemos de la entrega anterior como por ejemplo la espada que representa a Bathoryn -el protagonista de Slain–. Nuestro mecha cuenta con tres tipos de armas: un arma de fuego para ataques a distancia, un arma para ataques cuerpo a cuerpo, y un ataque especial -que dependerá del ataque especial que tengamos activado-, además de un dash o acelerón que servirá tanto para atacar enemigos como para destruir obstáculos del escenario.
Por supuesto a estos tres tipos de ataque se les une un arsenal digno de Therion, con diferentes armas para cada categoría, y bien diferenciadas entre ellas, para que cada jugador encuentre la combinación con la que se encuentre más cómodo o la que mejor se adapte a cada situación o tipo de enemigo. dispondremos de una generosa potencia de fuego con un gran handicap, esta depende de una barra de energía que se vacía mucho más rápido de lo que se rellena para nuestra desgracia. Esta barra de energía se recargará poco a poco automáticamente, aunque podremos acelerar el proceso de forma rápida si eliminamos enemigos o sus ataques de energía con ataques cuerpo a cuerpo.
Esta mecánica de recarga de armamento evita que nos quedemos quietos en una esquina machacando el botón de disparo y tengamos que tomar riesgos lanzándonos contra los enemigos en busca del combate cuerpo a cuerpo para conseguir la ansiada energía que vuelva a poner nuestro armamento en funcionamiento. Esto además de volver el juego más frenético, le da un componente de estrategia muy interesante, donde tendremos que marcar muy bien los tiempos y decidir a que enemigos disparar y a que enemigos nos acercamos con el riesgo que ello conlleva. Por supuesto el ataque especial también depende de esta energía representada por una barra azul debajo de la barra de vida.
Como ya hemos dicho, el mecha de Therion cuenta con una interesante variedad de armamento para cada una de las tres categorías de ataque, a su vez podremos equipar dos modificadores -tres hacía el final del juego- que nos darán ventajas variadas como atraer ítems a nosotros, acelerar la recarga automática de energía, etc. Son muchas las combinaciones que podremos usar a lo largo del juego, y para cambiar de armamento, mejorarlo, o cambiar los modificadores solo tendremos que aterrizar en uno de los frecuentes checkpoints de cada nivel y reconfigurar lo que necesitemos. El armamento podrá subir de nivel usando metal sanguíneo que conseguiremos matando rachas de enemigos y otros ítems que encontraremos escondidos en los escenarios.
Valfaris: Mecha Therion es muy continuista en su apartado artístico a pesar de haber pasado a un entorno poligonal, esto se debe a que mantiene la esencia visual del juego anterior que ya era muy destacable, y lo mismo pasa con la gran banda sonora. Vuelve Curt Victor Bryant, ex miembro de Celtic Frost, con unos temas muy potentes de heavy metal, donde predominan los pesados riffs de guitarra que se ajustan a la acción como anillo al dedo. Hemos jugado a la versión de Nintendo Switch y no hemos tenido problema alguno de rendimiento, algo indispensable por el tipo de juego que es y su acción frenética.
A pesar de que tenemos a nuestra disposición tres modos de dificultad, el modo más sencillo supone un buen reto, con una curva de dificultad amable de inicio que no dudará de apretarnos las clavijas al poco que avancemos un par de niveles. Nos esperan entre 4 y 5 horas de acción desenfrenada y buen heavy metal para enfrentarnos a las hordas de Lord Vroll y sus numerosos lugartenientes, y si nos levantamos con la victoria, aún nos espera un New Game + con el que comenzar el juego con mayor dificultad pero con todas las armas y objetos conseguidos. A Steel Mantis le ha salido el cambio de género redondo, hasta el punto que no sabemos si queremos un nuevo plataformas o un nuevo shoot ‘em up de esta gente.