No cogió a nadie por sorpresa que Death Stranding, la nueva obra del popular Hideo Kojima con su nuevo estudio Kojima Productions tras su marcha de Konami, se anunciase en exclusiva para Playstation 4. El creativo japonés siempre ha tenido una afinidad especial por la marca Sony tras el éxito de su saga estrella, Metal Gear Solid, a pesar de que algunas de sus entregas y nuevas IP hayan salido en otras plataformas, pero la alianza estaba bien forjada desde la década de los 90.

Pero un día y gracias a las especulaciones de algunos internautas que examinan cada noticia sobre Kojima con minuciosa lupa, el rumor de una versión de PC del juego cada vez fue cogiendo más forma, hasta que finalmente fue oficialmente anunciada en octubre del pasado año, antes incluso de que el juego saliese en Playstation 4. Y el pasado 14 de Julio fue cuando la versión para ordenadores se puso a la venta tanto en Steam como en la Epic Games Store, así que es hora de analizar esta nueva versión y qué es lo que nos ofrece respecto a Playstation 4.

No quiero entrar a profundizar demasiado sobre los distintos apartados del juego ya que apenas hay variación entre una versión y otra, además de que mi compañero Fernando Sánchez «Sefer» ya explicó todo de manera bien detallada en su análisis de PS4. En su lugar prefiero centrarme en hablar sobre las características de la versión de PC y las sensaciones que me transmite el juego, que como ya sabemos, no es para todo el mundo y ha recibido varios varapalos por ello.

Antes de nada, pongámonos en contexto argumental: el juego nos traslada hasta Estados Unidos pero en un futuro postapocalíptico, donde a raíz de un extraño evento conocido como el «Death Stranding», el país se convirtió en un yermo y se trastocaron las leyes de la física, quedando unidos el mundo de los muertos con el mundo real. El país se divide ahora en asentamientos y ciudades aisladas de todos los peligros del exterior, y el servicio de mensajería para enviar y recibir objetos entre ellos es de vital importancia. Sam Porter es un mensajero autónomo que va por libre, realizando encargos que la gente le pide pero sin trabajar para ninguna empresa en particular, hasta que un día recibe noticias de cierta persona de su pasado y toda su vida y misión cambia por completo.

Y como ya sabemos, estamos un auténtico simulador de recadero, palabras que se le suelen asignar habitualmente a cualquier sandbox en el que tenemos que desplazarnos constantemente de un lugar a otro, pero aquí toman un significado literal por su contexto argumental. Sam Porter es un mensajero, y como tal su único cometido será enviar paquetes y entregas de un sitio a otro, raras veces haremos algo más que eso, y ese es el principal motivo por el que mucha gente ha acabado abandonando el juego.

Y no vamos a mentir, el juego es bastante repetitivo, quizás uno de los más repetitivos que he jugado en mucho tiempo, pero eso no significa necesariamente que sea algo malo.  Si aceptamos su naturaleza y superamos el escollo inicial de sus primeras horas, descubriremos toda su grandeza, en gran parte debido a todas las mecánicas que van apareciendo que no solo harán más fácil nuestra tarea, sino incluyendo nuevas formas de afrontar las entregas y las misiones. No miento si digo que tras más de 20 horas de juego seguiremos recibiendo nuevos objetos y mecánicas que harán que la experiencia sea siempre distinta.

Gran parte de culpa de que queramos continuar jugando la tiene la trama, llamativa, críptica y misteriosa, que nos hace querer saber más sobre lo que ocurre. Kojima siempre ha sido un creativo que ha cuidado cada detalle de las escenas cinemáticas y en este juego lo lleva a su máxima expresión, no solo con la experiencia de todos los años a sus espaldas sino también por contar con un elenco actoral de primer nivel protagonizado por Norman Reedus y rodeado de otras estrellas como Lea Seydoux, Mads Mikkelsen e incluso una rejuvenecida Lindsay Wagner.

Todo el lore del juego y su propio mundo es uno de los mayores atractivos, está realmente lograda la sensación de introducirnos de lleno en el juego y olvidarnos de todo lo que hay alrededor. Es realmente increíble la sensación de llegar a ciertos sitios y quedarnos maravillados ante el paisaje que se nos pone por delante, bien recreado y basado en localizaciones reales. Para sacarle provecho a esto contaremos con un completo modo foto que viene desbloqueado de serie y nos permitirá no solo sacar unas capturas espectaculares, sino también editar las poses y expresiones faciales de los personajes en cualquier situación.

En Death Stranding la premisa principal gira en torno a la unión y los vínculos entre las personas y los pueblos, y como no podía ser de otra forma el multijugador también se basa en esto. Con un sistema de conectividad online similar al de Dark Souls, en ningún momento veremos a jugador alguno durante nuestra partida, pero sabremos en todo momento que están ahí y sentiremos que no estamos solos gracias a su sistema de señales, mensajes y votaciones. Es una sensación muy gratificante encontrarte un puente a medio construir o una escalera colocada donde nunca antes la había visto cuando ya habías pasado por ahí varias veces, además con la posibilidad de poder colaborar en su construcción como si se tratase de una gran comunidad global. Mención especial al sistema de votaciones, donde los demás usuarios podrán puntuar nuestras acciones y recibiremos recompensas por ello. Y es que como dice el propio juego, vivimos enganchado a la cultura del like y eso nos hace felices.

Entrando ya a valorar el apartado gráfico y técnico, solo podemos decir que el rendimiento es simplemente perfecto. El juego ha sido tan bien optimizado que es capaz de funcionar incluso en equipos de gama baja gracias a la versatilidad del motor Decima engine -el mismo que utiliza Horizon: Zero Dawn– y en gran medida a causa de la nueva tecnología DLSS 2.0 de Nvidia que permite una mayor renderización y resolución a muy bajo coste de la GPU. No tendremos ningún problema en mover el juego a 60 fotogramas por segundo clavados -o incluso más- sin que se note un solo bajón. Sin ninguna duda, una auténtica maravilla técnica.

Respecto al sonido tengo que decir que me sorprendió mucho descubrir que el juego está totalmente doblado al castellano -aunque yo lo cambié a V.O. porque me parece un delito no escuchar las voces originales con un elenco de semejante nivel-, con un doblaje bastante buen que no nos va a chirriar en ningún momento. En cuanto a la banda sonora, Kojima nunca ha defraudado en dicho apartado con ninguno de sus juegos y esta vez no iba a ser menos, pues podremos escuchar principalmente temas de la banda Low Roar- entre otros- que suenan en momentos específicos del juego y le sientan como un guante.

No quiero despedir el artículo sin hablar antes de algunos de los extras de esta versión de PC, pues Kojima se ha aliado con Valve para ofrecer contenido basado en algunas de sus franquicias. Haciendo algunas misiones concretas del juego podremos desbloquear elementos cosméticos tales como las gafas de Gordon Freeman de Half-Life o incluso el cubo de compañía de la saga Portal, lo curioso es que estos objetos los podremos conseguir incluso si hemos comprado el juego en la Epic Games Store y no solo en Steam. Aparte de eso y aunque sea de manera no oficial, la versión de PC deja la puerta abierta a los mods del juego, los cuales siempre son bien recibidos y acaban ofreciendo nuevo contenido para mejorar la experiencia.

Podremos tachar a Kojima de muchas cosas, pero nunca de vendido, pues siempre ha hecho lo que ha querido hacer sin ceñirse a los gustos del mercado y este Death Stranding es la auténtica prueba de ello. Un juego que, repitiendo nuevamente, no es para todo el mundo pero que demuestra su buena mano y su pasión por el detalle en cada uno de sus apartados como siempre ha hecho. La mejor versión del juego que todo fanático del genio japonés debería tener.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por 505 Games