Conglomerate 451 es un juego de rol, del estilo dungeon crawler en primera persona, de desarrollo clásico, con avance por cuadrículas, y con elementos de roguelike. Hasta aquí, todo muy tradicional, pero Conglomerate 451 además tiene dos características que añaden atractivo a la propuesta. Por un lado, añade un aspecto importante de gestión. No solo llevamos a una persona o grupo, como es tradicional en el género, pateando las «mazmorras» que se nos ponen por delante, sino que además somos, de hecho, el director ejecutivo de una agencia especial cuya misión es la de acabar con el caos imperante en la zona que, como podemos imaginar, da nombre al juego.
Esto ya nos da una pista de la otra característica a la que me refiero: la ambientación. Conglomerate 451 no nos pone al frente de un grupo medieval de diversa índole sino del algo menos habitual, pero últimamente de moda: el ciberpunk.
Como director de la agencia, tendremos la responsabilidad de crear el grupo que afronte las misiones. Y sí, decimos crear en el sentido más literal de la palabra, porque cuando nos pongamos al frente de una misión, lo haremos encarnando un grupo de clones modificados genéticamente al gusto, además de tener la opción de agregar mejoras cibernéticas y, como no, la más tradicional elección de equipo y armamento.
Lo de clonar además no es una cuestión baladí, sino recurrente. Desde el mismo momento en que los agentes pueden arrastrar lesiones permanentes de una misión a otra, y que la muerte de los mismos es permanente, llega el momento en el que, inevitablemente, deberemos ir renovando la plantilla, por decirlo de alguna forma. Y también aprender de nuestros errores a la hora de clonar las siguientes generaciones de agentes.
A parte de la gestión y del «mazmorreo ciberpunk» propiamente dichos, hay momentos para interactuar con diversos personajes como el diplomático o el soplón para acceder a misiones especiales o ciertas mejoras.
También podremos mejorar temporalmente a nuestros agentes si aceptamos utilizar drogas sintéticas. Pero esto tiene un coste. Si abusamos de ellas nuestros agentes acabarán desarrollando desórdenes mentales, añadiendo otro factor a gestionar y tener en cuenta a la hora de afrontar las misiones.
Otro aspecto interesante del juego, teniendo en cuenta el componente de dungeon crawler y roguelike, es la generación procedural de las cyber-mazmorras, lo cual añade un factor importante de rejugabilidad al que ya de por sí tendría el juego.
Conglomerate 451 está disponible actualmente en la modalidad de Early Access, con lo que aún está en proceso de desarrollo, puliendo errores y añadiendo mejoras, optimizando el código y atendiendo a la retroalimentación de los usuarios. Entre las mejoras que actualmente tienen en desarrollo está la adición del acceso a mutaciones a nuestro equipo.
Actualmente, Conglomerate 451 pide como mínimo un Intel Core 2 Duo a 2.5ghzs o equivalente con 6GB de RAM y una nVidia GTX de la serie 500 con, al menos, 1Gb de memoria, utiliza directx11 y necesita 10Gb de espacio libre en el disco duro, pero funciona en equipos inferiores si se juega con la configuración, aunque jugar a bajar resoluciones, por ejemplo, presenta el problema de que los textos no reescalan el tamaño de forma que se ven borrosos en la versión actual. Mientras esperamos a una versión final en la que el equipo de desarrollo italiano RuneHeads solvente este aspecto, para poder jugar a Conglomerate 451 en todo su esplendor, necesitamos un i5 a 3.5Ghzs o equivalente, 16Gb de RAM y una GPU nVidia Geforce GTX 960 de 2Gb al menos. Y aunque con todas las opciones gráficas al máximo no se puede negar que Conglomerate 451 luce muy bien, no podemos evitar pensar que los requisitos son algo altos para lo que se muestra en pantalla. Esperemos que de aquí a que el juego esté finalizado se siga mejorando la optimización al respecto.
La verdad es que, detalles técnicos por pulir y mejoras por añadir a parte, Conglomerate 451 es un juego que nos está dejando muy buen sabor de boca, tanto por ambientación como por propuesta jugable, y que se encuentra en su fase de Early Access al módico precio de 19.95€ en Steam.
Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR