La gente quiere a Obsidian, esperan sus juegos ¡Anhelan cada nueva información que de ellos llegan! Así que cuando una propuesta tan atípica como es Grounded hace aparición el conocer más es prioritario. Salimos del rol, damos y caballeros, pero no abandonamos lo extraño, lo increible y lo asombroso. Vamos a vivir una aventura que nos sonará del cine, vamos a sobrevivir en nuestro apacible y terrible jardín, para descubrir que demonios está pasando y como podemos arreglarlo.

Nos dieron el año pasado The Outer Worlds, yo mismo estoy en estos momentos con South Park: La Vara de la Verdad, es imposible olvidarse de Fallout New Vegas o Pillars of Eternity… pero ya digo que ahora vamos a ver a Obsidian Entertainment fuera de su territorio habitual, como le pasa a los pobres protagonistas de este juego, que por ponerlo en pocas palabras, es una mezcla de Minecraft y la película Cariño, he encogido a los niños, aunque sin Rick Moranis, ¿Pica la curiosidad?

Estamos ante un título en acceso anticipado para PC y Xbox One, bastante anticipado a tenor de la versión que he probado durante esta semana, la 0.1.2.2215 , sin fecha definida para el lanzamiento oficial. Encima, solo en inglés en voces y hasta textos. Pues con menos de cuatro gigas actualmente, la idea es ir ofreciendo poco a poco contenido para este juego de explorar, sobrevivir e indagar en el misterio, causas y soluciones para que midamos unos pocos centímetros y tengamos que buscarnos la vida en medio del jardín.

¿Y tengo que reparar esto?¿En serio?

Podemos jugar solos o con otros tres jugadores, eligiendo a uno de los cuatro muchachos protagonistas. La experiencia single ofrece ese desconcierto, indecisión e intranquilidad que toca con la propuesta del juego, pero realmente para sacar todo el juego a este early access prima jugar acompañados.

Porque tenemos gestión de recursos, crafteo, supervivencia y combate con la interesantísima y bien llevada a cabo propuesta de supervivencia en un apacible jardín, como en la mentada película. Tenemos que gestionar hambre y sed, conseguir recursos que nos permiten construir sencillos objetos como lanzas, hachas, refugios, una mesa de trabajo, armaduras…

Si os tengo que ser franco este tipo de juegos no son de mis favoritos, me agobio mucho cuando todo se mezcla en plan «necesito tal material para hacer un hacha, porque tengo que talar. Y ahora tengo hambre e interrumpo mis objetivos y búsquedas para comer. El refugio para la noche precisa más materiales, pero me entra sed. Y ahora a luchar contra hostiles. No encuentro tal o cual material. Si me alejo mucho de esta zona las voy a pasar canutas» Pero esta toma de contacto no parece apretar al jugador Forever Alone, lo que permite avanzar rápido en objetivos y misiones que luego nos propondrán.

¿Que demonios…?

El juego marca adecuadamente dichos objetivos y la progresión, el hambre y la sed no tocan demasiado las narices, no es necesario dormir aunque sí viene bien fabricar refugios. Es fácil conseguir alimentos básicos y agua limpia -el agua sucia calma la sed pero aumenta el hambre-, así que podemos darnos a la investigación, que llega rápidamente en forma de extraños refugios tecnológicos adaptados a nuestro tamaño, un aparato alimentado por tres lasers, y un robot con el que tenemos opciones de diálogos. ¡Es Obsidian, lo llevan en la sangre!

La progresión termina rápido, así como la extensión de ese jardín con todo tipo de cachivaches por ahí tirados. El robotejo nos manda misiones, y al explorar y encontrar cosillas, aparecen también objetivos. No es una gran fiesta de contenido pero irá ampliándose poco a poco. Con jugadores adicionales tiene más sentido el ponerse a construir cosas complejas y completar misiones, pero ya digo que el solitario puede explorar, y el mapa está muy bien diseñado en referencias visuales, túneles y surcos para tentar nuestra curiosidad.

Que bello animal..pero vamos a mantener las distancias, por si acaso.

Por supuesto, los apacibles bichos que ya nos acojonan cuando tenemos un tamaño normal, aquí son fieras corrupias que debemos o combatir o salir por pies. Atacamos, bloqueamos, y hasta tenemos un parry, y aunque chinches y moscas son asequibles con nuestra lanza, conviene no forzar. Y si queréis ir a tope, probad a luchar contra arañas o grupos de hormigas. Tranquilos, al morir y regresar tenemos un icono que nos marca donde está el equipo que hemos perdido, por si nos atrevemos a recuperarlo. Logicamente, el crafteo de refugios es muy importante de cara a este respawn.

Se pueden conseguir cosas tochas como armaduras hechas de restos de hormigas -yo no, he jugado todo el rato solito-, y levantar hogares elaborados donde incluso cultivar nuestra propia comida. Es, como digo, en estos objetivos tan grandes donde la presencia de varios jugadores es vital, pudiendo unirse la gente a partidas ya empezadas.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Pues en lo técnico, precioso y sobre todo, muy creíble. Inestable y con bugs, aunque de lo primero tendrá también culpa las limitaciones de mi PC. Y como os podéis imaginar, el apartado sonoro es vital para crear la ambientación, con una música adecuada, pero sobre todo, un abanico de sonidos de todo pelaje para ambientar y ponernos el bello de punta. Al que sienta cierto repelús por los bichos no sería la mejor idea acercarse al juego, aunque tiene un modo ‘aracnofobia’ que sustituye a estos artrópodos por otros diseños más agradables.

Mmmmmm ¿Algo más? Podemos elegir entre primera y tercera persona, y yo me decanto por la opción de ver a mi personaje de cuerpo presente. Bueno, pues poco a poco, esperando más contenido. Disfrutad de esta pequeña instantánea de la naturaleza frente a nuestros ojos.

 


Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por Xbox España