Saints Row está de vuelta. La franquicia, que debutó en exclusiva en Xbox 360 en el año 2006, había abandonado progresivamente el tono más serio de sus primeras entregas para abrazar el humor más extravagante y disparatado. Conscientes de la dificultad de continuar con una historia que ya había llegado al punto de incluir combates contra alienígenas y visitas al infierno, en Volition han decidido que este nuevo Saints Row sea un reinicio absoluto.

Este reinicio supone un regreso a los orígenes que ha permitido recuperar el tono temático de los dos primeros juegos. Seremos testigos del nacimiento de unos nuevos Saints –adiós a personajes tan carismáticos como Gat- y junto a ellos deberemos construir un imperio criminal con el que alcanzar la cima de la ciudad de Santo Ileso.

Santo Ileso será una de las grandes protagonistas de este nuevo Saints Row. Volition ha puesto mucho esfuerzo para que Santo Ileso sea la ciudad más grande y diversa jamás vista en un juego de la saga, de forma que cada uno de sus nueve distritos derroche personalidad propia: desde los rascacielos del distrito financiero a las áreas residenciales de clase alta repletas de piscinas y viviendas unifamiliares, pasando por una zona fuertemente inspirada en Las Vegas o los polvorientos cubiles donde residen los menos pudientes. No solo eso, también tendremos una amplia zona desértica en las afueras.

En una ciudad que esconde tantas oportunidades, pecaríamos de ingenuos si pensásemos que nuestros Saints iban a ser la única facción criminal que ronde por las calles. En nuestro camino por conquistar Santo Ileso deberemos de hacer frente a los Panteras, los Idols y los Marshalls. Cada una de estas bandas responde con fuerza a algún estereotipo: Los Panteras son los musculitos descerebrados que únicamente piensan en utilizar la fuerza bruta, los Idols son los pijos amantes del postureo que buscaran doblegarnos por la fuerza de su número y, finalmente, los Marshall pertenecen un conglomerado militar que nos atacará utilizando armamento con tecnología punta. Cada una de estas facciones domina un territorio y, a medida que avancemos en la historia, deberemos ir conquistándolos para poder construir nuestros propios negocios e infraestructuras. Seremos libres de elegir lo que queremos construir y donde, pero nuestra elección tendrá un impacto en la evolución que tomará la ciudad y en las tareas secundarias que tendremos a nuestro alcance.

Para dar vida a Santo Ileso y a todas las historias que podremos vivir en la ciudad se ha conseguido dar un salto importante en el apartado técnico, aun siendo un título intergeneracional que aparecerá tanto en las nuevas máquinas como en las ya «viejas». Visualmente el trabajo es fantástico, con un apartado artístico muy distintivo y una convincente sensación de solidez. Los avances tecnológicos han permitido también que Volition dé un nuevo paso adelante en uno de los aspectos más característicos de la saga: la personalización. Este nuevo Saints Row contará con la herramienta de creación de personaje más potente hasta la fecha, permitiendo que modifiquemos en detalle una innumerable cantidad de parámetros que nos permitan recrear a nuestro alter ego perfecto.

Mis sensaciones fueron fantásticas al finalizar el evento digital de presentación al que pude asistir. Reconozco que a partir de Saints Row 3 fui perdiéndole el pulso a la saga, desencantado con su giro hacia una propuesta tan alocada, por lo que fue una agradable sorpresa poder comprobar que Volition, sin renunciar para nada a ese humor loco que innegablemente consiguió dotar de personalidad propia a unos juegos que hasta entonces habían vivido bajo la alargada sombra de ser considerados poco más que clones de GTA, había decidido regresar a un planteamiento más clásico y terrenal. La acción y conducción arcade más desenfadada y directa, las nuevas mecánicas de conquista y gestión de territorios, la sensación de frescor que genera la perspectiva de tener una ciudad completamente nueva por descubrir, el impactante apartado gráfico y el modo cooperativo quizá no supongan un cóctel especialmente revolucionario, pero prometen un regreso a un estilo de juego que paradójicamente no es tan sencillo de encontrar dentro del saturado panorama de juegos con mundo abierto. Mi atención la han conseguido por completo y ahora solo resta esperar hasta el próximo día 22 de febrero para averiguar si la realidad resulta ser tan buena como pinta la teoría.