¿A quién no le gustan los dinosaurios? Dudo que haya alguien que de pequeño no tuviera al menos uno de estos seres a modo de juguete. Por no hablar de las montones de series que tenían algo que ver con ellos, o en las que eran directamente protagonistas. Quizás la brutal fiebre de los reptiles ya pasó, pero estoy seguro de que nunca han dejado de asombrar a pequeños y mayores, servidor incluido. FraxelGames sabe esto y se aprovecha vilmente de lo adorables que pueden llegar a ser nuestros amigos los dinosaurios para presentarnos Super Saurio Fly, un título muy sólido basado en ellos. Nada más comenzar nos ponemos en la piel de Saurio, un pterodáctilo de lo más regordete y comodón al que le han robado los huevos. Como buen padre se lanza en su busca, masacrando a todo ser que se ponga en su camino (todo de una forma adorable, no os asustéis).

Super Saurio Fly es un juego de plataformas y aventuras en dos dimensiones, con ciertos toques de acción. Poco más hay que contar de la historia de lo que he añadido antes, es simplemente un pretexto para poder lanzarnos a la aventura. Comencemos con lo importante, la jugabilidad, en concreto con el control de Saurio. Podemos movernos con libertad por el escenario (siempre en dos dimensiones, normalmente de izquierda a derecha), ya que nuestro dino vuela. Le cuesta y sufre al hacerlo, ya que le sobran unos pocos kilos, pero vuela de todas formas. El movimiento aéreo es estilo Kirby, pulsando el botón cada vez que queramos subir un poco más. Además de volar, también podemos correr normalmente, nadar, dar un golpe cuerpo a cuerpo y lanzar alguno de los alientos que tengamos, que van desde lo eléctrico a una bomba.

Las animaciones de Saurio son buenas, una para andar, otra para correr, para los movimientos aéreos, para los ataques… está bien surtido. Los enemigos, por su parte, están más limitados, algo normal. La detección de impactos es, también, muy decente, pero personalmente el rango de ataque cuerpo a cuerpo de Saurio se me hace demasiado corto. Para enemigos normales es suficiente, pero si en un jefe final te quedas sin arma de aliento, la muerte se presentará rauda. También hay algunos enemigos bastante rápidos, y hay que tener unos buenos reflejos para golpearles a tiempo. De todas formas, el ataque de aliento se encuentra en muchos lugares de los niveles, así que es fácil atacar desde una distancia prudencial.

Tampoco soy fan de que el dino tenga que pararse para lanzar cualquier tipo de ataque; esto deja al jugador muy poco tiempo para reaccionar, cosa muy necesaria en las fases donde eres perseguido. Algo más parecido a lo que tiene la criatura cuando está en el agua sería a mi parecer mucho más útil. En cuanto a los ataques de aliento, la variedad y funcionalidad de los mismos me parece suficiente, a veces es difícil acertar con ellos pero solo requiere apuntar correctamente. En resumen, el control del título es bueno, podría ser más ágil, pero perdería parte de su encanto. Al fin y al cabo, estamos manejando a un pterodáctilo rechoncho.

Los escenarios son muy variados, y aunque repiten estructura en algunas partes, siempre parecen lo suficientemente diferentes para engatusar al jugador. Hay entornos de hielo, junglas y muchos otros lugares. Aparte de estar en tierra y en el aire, nuestro dinosaurio puede moverse por el agua, lo que aporta variedad jugable. Por último, también hay fases en las que tenemos que correr para huir de un enemigo imparable e inmortal. Estas fases son, con muchísima diferencia, las más difíciles del juego. Mientras que en el modo normal es fácil sobrevivir (tener cinco corazones ayuda, desde luego), las fases de las que hablo requieren una coordinación absoluta. En algunos de los niveles hacer un ataque cuando no debes o perder un mísero segundo significan una muerte rápida. Os juro que odio al Rex del segundo mundo con toda mi alma. Otro detalle que no quiero dejar de mencionar son los coleccionables; para que navegar por los niveles sea más divertido, está todo lleno de monedas. Cuando conseguimos cien de las mismas, nos darán otra vida más, muy necesarias en ciertas partes del juego para no tener que repetir las fases anteriores.

La música es muy animada, usando tonos tribales que pegan estupendamente con la ambientación del juego. Como detalle, me ha encantado que el estilo de música cambie cuando Saurio entra al agua, sin detenerse ni un momento. Gráficamente el juego no destaca, elige la funcionalidad y simpleza frente al barroquismo en sus escenarios o diseños de personajes. Los colores están muy bien escogidos, dotando al título de una alegría muy necesaria que casa muy bien con lo cartoon de los diseños. Es un título agradable de ver, y con eso yo tengo suficiente.

En definitiva, Super Saurio Fly se erige como un plataformas recomendable para todos aquellos que deseen un plataformas muy ameno a un precio reducido (cuesta menos de diez euros, una cifra muy ajustada). Más allá de eso, el juego tiene picos de dificultad y un modo difícil capaz de hacer sudar a más de uno. Una segunda parte con el mismo personaje y algunos detalles más pulidos será más que bienvenida.