Con el nacimiento de los videojuegos domésticos el gigante juguetero Mattel quiso probar suerte.  En su haber está la creación de los primeros juegos portátiles que además tuvieron éxito y la primera consola de 16 bits que no tuvo tanta suerte. Esta es su breve pero intensa historia en el mundillo.

ÉXITO DE BOLSILLO

Al principio Mattel fue muy conservador con el presupuesto de esta sección. Y sus primeros lanzamientos superaron con mucho las expectativas. Mattel creó la primera serie de videojuegos portátiles entre 1976 y 1982. Tenían un precio de 25$ -equivalente 115$ de hoy-. Esta línea de juegos basados en LED generó 400 millones de dólares para las arcas de Mattel. Se estima que vendieron sobre unos 12 millones de unidades entre todas las series LED

Michael Katz era el director de marketing de Mattel. En esa época Mattel había tenido un excedente de componentes de calculadoras electrónicas, que en EEUU estaban siendo devoradas por las japonesas. Así que consultó si aquello se podía usar para crear juegos electrónicos.  De ahí, Richard Chang creó el primer prototipo de Auto Race.

La subdivisión Mattel Electronics se inició en 1976 con el primer juego portátil totalmente electrónico, el ya mencionado Auto Race. Es el primer juego totalmente electrónico considerado el inicio del videojuego portátil. Usaba LEDs rojos para la parte visual del juego. El mismo año se lanzó Missile Attack, retirado pronto y relanzado en 1977. En el 77 se relanzó Missile Attack cambiado como Space Alert y más tarde con la licencia Battlestar Galactica. Este juego constituyó una de las primeras polémicas del videojuego. En 1976 en plena guerra fría, un juego basado en defenderse de misiles lanzados sobre una ciudad resultó polémico y algunas cadenas como al NBC vetaron los anuncios de este juego. Así que prefirieron aprovechar el éxito de Star Wars, para relanzar el juego esta vez con éxito.

En 1977 se lanzó el juego más exitoso de esta serie Football. Originalmente se hicieron 100.000 unidades pensando que no se venderían, pero seis meses después se tuvo que reiniciar su producción y este juego llegó a vender 500.000 unidades por semana en febrero de 1978. Se estaban vendiendo más juegos de Mattel que el resto de consolas juntasLo que Atari vendía en un mes, Mattel lo hacía en una semana.  Las ventas de Atari no superaron a las de Mattel hasta la salida del port de Space Invaders en 1980. El éxito de estos juegos llevó a Mattel a dar a su división su propia autonomía como empresa y a hacer crecer esta sección de videojuegos. Esto a su vez provocó que muchas otras empresas buscasen emular el mismo éxito. Coleco sería su máximo rival y la que más se acercaría a las cifras de la juguetera. En el 78 lanzaron una serie de juegos deportivos Basketball, Baseball, Hockey y Soccer.

Auto Race

La llegada a Europa de estos juegos se hizó con Auto Race, Space Alert y Soccer, simultáneamente en 1978. Se lanzaron en cuatro países: Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. Oficialmente nunca llegaron a España. A finales del 78 lanzan otros dos juegos, Sub Chase y Armor Battle, que también llegaron a Europa.

Tras el éxito de su línea deportiva lanzaron Football 2, Basketball 2 y Soccer 2, que permiten más acciones en el juego que las primeras partes. El juego que cerró 1978 fue Catastrophe, un juego muy similar a Space Alert, con el jugador evitando que meteoritos cayeran sobre la ciudad. El nombre fue polémico y se cambió por Gravity. En 1979 inicia una serie llamado Funtronics, basados también el Led y que constaba de tres juegos: Jacks –el habitual simon-, Red Light Green Light –carreras- y Tags -pong-… la diferencia de estos juegos con respecto a los anteriores era que permitían jugar contra otro jugador en una sola unidad.

A partir de 1980, Mattel intentó otras propuestas no solo en LED, sino en VFD y LCD. Su último juego de LED fue Bowling. En VFD relanzó algunos de sus éxitos con otro título Space Hawk o World Champiosnhip Football y en LCD hizo entre otros juegos: un Dungeons and Dragons que representaba mazmorras en 3D de una forma muy ingeniosa y Electronic Chess, que tuvo bastante éxito. Pero en este terreno de LCD las empresas japonesas Nintendo y Casio tuvieron más éxito. Además, en esta época las consolas Pong habían sido retiradas y la sobremesa de Atari había dado la vuelta a los números. Las ventas de ‘maquinitas’ siguieron siendo buenas pero ya por debajo de las domésticas.

FRACASO EN SOBREMESA

Intellivisión fue la apuesta de Mattel para entrar en el mercado de consolas de sobremesa, lanzándose en 1979. Para competir con Atari, intentaron hacerlo ofreciendo una consola muy potente técnicamente. Es la primera consola con CPU de 16bits. Los controladores de la Intellivision tenían un teclado numérico, elemento que sería luego adoptado por varias otras consolas de segunda generación. Para ayudar al jugador a saber qué hacía cada tecla, los juegos incluían unos overlays que se colocaban encima y sustituían a las teclas. El control de dirección se hacía con un disco capaz de leer 16 direcciones, el doble que las 8 del joystick de la Atari 2600.

Lo más impresionante de Intellivision, a parte de su capacidad gráfica, era la capacidad sonora. La Intellivision incluyó un accesorio capaz de sintetizar la voz, añadiendo efectos nunca vistos a los juegos. Sólo se produjeron tres juegos que lo aprovecharon y su popularidad fue más bien baja, pero fue una gran innovación. Algunos juegos destacables fueron Astrosmash, Utopia, Burger Time o, Star Strike. Pero no terminó de cuajar y ni mucho menos fue rival para la popular consola de Atari. Para colmo, en 1982 llegó Colecovision, que aunque tenía peor CPU era más potente gráficamente.

En 1983 Intellivision lanza una remodelación llamada Intelivision II para revitalizar la consola, pero la suma total de los modelos de Intellivision apenas llega a los 3 millones de unidades vendidas.

Intellivision

Burger Time

FINAL DE MATTEL ELECTRONICS

Mattel tuvo éxito en el mercado de los juegos portátiles pero no así en sobremesa, donde su consola Intellivision provocó un enorme agujero en sus cuentas. Los pujantes fabricantes japoneses redujeron notablemente su mercado de bolsillo a partir de 1980, que también había mermado con el éxito de Space Invaders en la sobremesa de Atari. Con la crisis de las consolas de 1983 en EEUU, Mattel se retiró para siempre del mercado de los videojuegos.