Cuando el verano llega a temperaturas que nunca se han alcanzado, fuera de los tiempos en los que la Tierra fue una bola ardiente en el espacio, refresquemos un poco el ambiente. Y, de paso, presentamos otro pionero de los videojuegos, uno que le quedará más cercano a nuestros lectores más jóvenes… si nos quedan de esos. Pen Pen Trilcelon es un… un… pues una cosa de animales que compiten en… lo que sea… pero… ¡Hay agua y mucho hielo! Ah, y que aprovechando la oportunidad del lanzamiento de Dreamcast se lanzó en la ventana de lanzamiento de la gran y última consola de SEGA. Land Ho! e Infogrames -la actual Atari- hicieron… ummmm… vale… historia. Es así, ¿por qué negarlo?

Hay un argumento, todo tiene una razón de ser. Un partido de FIFA te dice algo sobre los dos equipos contendientes y sus jugadores individuales; una carrera en Daytona USA te enseña una competición con coches concretos; mi adorado Ord es la historia en su destilado más puro. Y aquí tenemos una raza de seres ‘pingüenoides’ que son ¿examinados? ¿monitorizados? Que hay una raza exógena a este planeta helado que ¿organiza? una competición entre los bichos que habéis visto en la hipnótica portada de la entrada.

Pues podemos pensar en un Track & Field fácilmente ¡PERO NO! Pen Pen Trilcelon hace honor a su extraño nombre ofreciendo tres disciplinas de competición entre estos seres de genética pingüina. Y se manejan de forma directa, pero con la importancia del timming en el aleteo de sus cortas extremidades superiores.

Con claras e imposible disimularlas reminiscencias a los dos primeros juegos de PentaroAntartic  Adventure y Penguin Adventure-, aquí tenemos un juego que combina los primeros Mario Kart -por las diferencias físicas entre los bichos a elegir y lo de las carreras raras- con ese T&F, en un juego tan recordado como lo será esta entrada dentro de un año.

Vale, si tenemos un triatlón es porque hay tres formas de movimiento en los diferentes circuitos y competiciones que Pen Pen Trilcelon propone: caminar/correr, deslizarse, y moverse bajo el agua. Y las tres gobernadas por la pulsación sincrónica del botón… bueno, de pulsación. Pero reiterando el manejo directo del bicho que elijamos.

O sea, correr…

Deslizarse…

Y bucear en aguas que ahora mismo agradeceríamos en este turbulento planeta.

No es un ‘cosa kart’ al uso en la medida de que no tenemos items especiales. Y nuestras cualidades como personajes tampoco es que sean lo más diferenciador del universo. Son los escenarios los que marcan la diferenciación, porque en ellos tenemos tanto algunos potenciadores, como ya las curiosas amenazas a nuestra integridad que debemos esquivar. O repeler a base de pulsar y pulsar, como los fantasmas en los circuitos ‘spooky’.

Pen Pen Trilcelon es un juego que ni marcó época, ni hizo nah de nah. Las malas lenguas dice que Yu Suzuki se fijó bien en él… para lo que NO tenía que hacer si quería tener éxito con Shenmue. Igual ahí vino su fracaso comercial. Piénsenlo.

O no…