Aunque Trek to Yomi fuera anunciado en junio de 2021, fue el trailer mostrado en el PlayStation State of Play en marzo de este año el que captó la atención de todos los fans del Japón feudal, de los juegos de samurais, y del cine clásico japonés. En el mundo del videojuego hemos tenido ejemplos a lo largo de todas sus generaciones de este periodo histórico tan atrayente como interesante. Samurai Showdown, Samurai Warriors, Nobunaga’s Ambition o  el magnífico y reciente Ghost of Tsushima son ejemplos de IPs que se han encargado de plasmar este periodo histórico del país del sol naciente en el mundo de los videojuegos.

En esta ocasión el estudio polaco Flying Wild HogHard Reset y Shadow Warrior– y Leonard Menchiari –Riot y The Eternal Castle– unen sus fuerzas para crear una nueva historia de samurais que nos trae Devolver Digital. Y es que Trek to Yomi no esconde sus influencias, sino que se aprovecha de ellas para mostrarnos un título visualmente irresistible que automáticamente nos recordará a la obra del gran cineasta Akira Kurosawa como por ejemplo Trono de Sangre o Yojimbo, cuya primera particularidad es la de estar totalmente filmadas en blanco y negro.

Pero empezando por el principio y dejando a un lado el delicioso apartado artístico y visual de Trek to Yomi, al que volveremos más adelante, lo que Flying Wild Hog y Leonard Menchiari nos ofrecen, es un juego de acción -se podría catalogar como hack ‘n’ slash- con una jugabilidad en 2.5D -aunque las secciones de combate transcurren exclusivamente en 2D- donde además de los enfrentamientos con diversos tipos de enemigos, podremos explorar los niveles -bastante lineales eso sí- en busca de nuevas mejoras, para nuestro personaje, de munición a distancia, o distintos coleccionables.

La historia se sitúa en el Japón feudal del periodo Edo y gira en torno a Hiroki y Aiko. Hiroki es un jovén huerfano aprendiz de samurai y Aiko es la hija de Sanjuro el maestro samurai de Hiroki y protector de la aldea donde viven. Como en una auténtica película de samurais, pronto veremos la paz truncada por una banda de bandidos que ha decidido atacar nuestra aldea de forma cruel y totalmente despiadada, destruyendo todo a su paso. Sanjuro sale al encuentro de estos bandidos y tomaremos el control de un joven Hiroki que pronto deberá poner sus conocimientos en práctica para enfrentarse a los bandidos y auxiliar a su maestro.

Como es típico en este tipo de historias, pasado el primer nivel -el cual es más bien un tutorial extendido- pasaremos a controlar a un Hiroki más mayor y ahora convertido en el protector de la aldea, y veremos como la historia se repite. Sin querer entrar en más detalles de la historia -previsible pero aún así interesante- sí comentaremos que como el título indica, visitaremos el Yomi, el inframundo sintoísta, donde se nos dará a elegir entre varias posibles opciones que nos llevarán a un final u otro. También hay que decir que en el Yomi se introduce en la jugailidad unos pequeños puzles que si bien darán variedad a un desarrollo que a estas alturas a lo mejor ya se nos ha hecho un poco repetitivo, son tan simples que acaban siendo anecdóticos.

En cuanto el manejo de Hiroki, al no disponer de salto, todo queda reducido a un golpe débil, un golpe fuerte, un remate para enemigos aturdidos, lanzamiento de proyectiles a distancia -bo-shurikens, flechas con el arco y proyectiles con el ozutsu- y el bloqueo con la katana que con el timing necesario podremos convertir en un parry para lanzar un efectivo contraataque. Además de la vida, que podremos recargar con las ejecuciones o al salvar partida en los abundantes altares que nos encontraremos en nuestro camino, también tendremos que tener en cuenta la resistencia, que nos permite encadenar más ataques o cubrirnos más veces. Iremos aprendiendo nuevos combos a lo largo de nuestra aventura, aunque la mayoría de ellos no nos serán necesarios.

Hablar del apartado audiovisual de Trek to Yomi es hablar del cine del gran Akira Kurosawa, cuyas algunas de sus películas del Japón feudal rodadas en blanco y negro son ya clásicos atemporales. Y se ha querido recrear esta potencia visual con la elección de cámaras fijas que ayudan a crear escenas más impactantes y con mayor fuerza visual. Además se ha potenciado la luminosidad para crear contrastes más acentuados y tendremos efectos de grano y desgaste, como si de una vieja película se tratase. Todo se ha cuidado al máximo creando un apartado visual apabullante. Pero es que el apartado sonoro no se queda atrás, comenzando por un doblaje en japonés para el que se ha tenido en cuenta la forma de expresarse de la época, y siguiendo con una gran banda sonora basada en cuerda y percusión, fiel a las composiciones del periodo Edo.

Trek to Yomi es una recomendación muy sencilla de hacer, al poco que os llame la atención alguna de sus premisas, difícilmente os veréis decepcionados durante las 5 horas que dura la aventura. Visualmente parece una película de Akira Kurosawa, y tanto su apartado sonoro, su doblaje, y la fidelidad al Japón feudal del periodo Edo demuestran el gran trabajo hecho por los desarrolladores. Ya al hablar del apartado jugable no somos tan entusiastas pues la jugabilidad es más básica de lo que parece, y aunque el combate está resuelto de forma satisfactoria, el desarrollo puede hacerse un poco repetitivo para algunos usuarios -la poca variedad de enemigos ayuda a ello-, aunque aquí la historia ayuda a seguir. De todas formas el conjunto es de notable y no podemos más que recomendarlo sin vacilar.

 


Este análisis ha sido realizado en PlayStation 5 mediante una copia cedida por Cosmocover