Me gustan los shooters en dos dimensiones. Todavía recuerdo cuando era un crío y jugué mi primera partida a Contra de NES en cooperativo con un vecino del bloque donde vivía antes, metiendo el famoso Konami Code para ir más allá del primer nivel. Ahora, en la actualidad, el mercado del videojuego es más accesible que nunca, tanto para jugadores como para desarrolladores, y nos encontramos todo tipo de propuestas, ya sean originales o reminiscentes de tiempos pasados: hoy voy a hablar de esto último. Creepy Road es un shooter en perspectiva 2D en el que matamos a todo bicho viviente para sobrevivir y seguir avanzando, un debut del estudio independiente moscovita GroovyMilk que nos presenta su propia creación con una estética gamberra y desenfadada. ¿Merecerá la pena?

ANGIE’S HEART

El juego nos presenta, en forma de introducción con estética cómic, a Flint Trucker, un camionero que realiza encargos de largo recorrido que acaba su jornada para volver con su querida Angelina (Angie para nuestro camionero), una domadora de osos panda en un circo instalado en las afueras de la ciudad de Dustburg. Pero durante su regreso tiene un accidente y descubre que la fauna local (tanto animales como humanos) se comportan de manera extraña y querrán matar a nuestro experto en transporte pesado.

Poco más se puede comentar sobre la historia, cumple su cometido de dar una motivación por la que seguir adelante: recuperar a nuestro ser querido. Bastante superficial, pero tampoco es la intención de los desarrolladores en crear una trama compleja ni tampoco desarrollar personajes.

Hay diálogos, aunque son al principio de los niveles (y algunos al enfrentarnos a jefes). Flint suelta algunos chascarrillos que ni fu ni fa. Los diálogos en resumen son bastante olvidables. Una vez más no es el fuerte del juego ni pretende serlo. De hecho, me preocupa más lo que voy a comentar a continuación.

La calidad del dibujo 2D del que hace gala Creepy Road es bastante notable

JUGABILIDAD

Voy a resumirlo y duele decirlo: jugablemente falla bastante. Nada más empezar encontré uno de los mayores fallos que se pueden cometer con esta clase de juegos en 2D: no añadir direcciones en diagonal. Ésto hace directamente que, al poder solamente disparar hacia la derecha, izquierda, arriba y abajo (mientras se salta) ya sea una frustración al enfrentarse a enemigos aéreos o ubicados en distintos niveles de superficie… y sucede bastante en ambos casos. Intenté ignorar tal fallo garrafal y seguí adelante pero entonces seguí encontrando más problemas: puntos de control mal distribuidos o inexistentes, habiendo niveles que si mueres tienes que empezar otra vez. Y no molestaría si el juego estuviera equilibrado, pero tampoco lo está: los proyectiles de los enemigos atraviesan obstáculos que, por el contrario, nuestras balas no atraviesan.

Por poner un ejemplo: un coche en un nivel, al destruirlo, si le sigues disparando tus balas impactan contra la carrocería carbonizada. Pero si al otro lado te dispara un enemigo, sus balas mágicamente ignoran el obstáculo y te alcanzan. También se abusa de hordas de enemigos donde tienes un espacio limitado del escenario para acabar con las oleadas de enemigos que te atacan por tierra y aire. Y creedme, hay partes donde el desarrollador abusa en exceso de ésto convirtiéndolo en una frustración que, una vez superada, seguiréis con la sensación de que la culpa es del juego, y no vuestra. Además, también hay enemigos cuyos ataques tienen una detección de impactos que hay momentos que, yo al menos, encuentro bastante cuestionbale e injusta, como las granadas que lanzan los policías antidisturbios. El juego se puede jugar con teclado aunque los desarrolladores recomiendan jugar con mando nada más ejecutar el juego. Yo jugué con mi mando de Xbox One y a veces los controles no respondían o lo hacían como si mantuviera pulsado el botón (éste fallo me ha hecho gastar 3 granadas más de una vez), llegando incluso a veces a no responder. Con el cúmulo de elementos negativos que he comentado lo convierten en una experiencia jugable difícilmente disfrutable.

El juego cuenta con una fase en la que manejamos a éste «sonriente» misil. Por cierto, esos elefantes me suenan…

A pesar de todo lo negativo mencionado antes, hay cosas que están bien hechas: los jefes por ejemplo, en cuyos enfrentamientos puedes morir al principio pero una vez comprendes cómo funcionan sus patrones de ataque son asequibles y disfrutables. También se agradece el arsenal para enfrentarnos a nuestros enemigos: «la variedad está en el gusto» como suelen decir. Tenemos desde la típica pistola con munición infinita, escopetas, metralletas, arrojadizos como granadas o cócteles molotov hasta armas pesadas como el lanzacohetes, minigun, cañón de plasma e incluso un rayo que transforma a nuestros enemigos en excrementos.

APARTADO TÉCNICO

Fácilmente el apartado mejor trabajado de todos, al menos en lo visual. La estética cartoon que se gasta el juego es vistosa y bastante cómica, los diseños de la mayoría de los enemigos están muy trabajados en expresiones y detalles, y las animaciones están bastante bien hechas, sobre todo la de los mastodónticos jefes. Algo que me ha sorprendido es la total ausencia de violencia gráfica (gore) por lo que el juego lo podrá disfrutar una audiencia más joven. Se nota el mimo, empeño y dedicación que ha puesto GroovyMilk en éste punto.

Habrá momentos donde la cantidad de enemigos será abrumadora. Algo excitante y frustrante al mismo tiempo.

El audio es de aprobado justo. Los efectos de sonido cumplen aunque por algún motivo efectos de sonido de ambiente como los truenos o el crepitar de las llamas suenan más fuerte que otros efectos de sonido como los disparos que efectuamos. Tuve que estar un par de minutos ajustando el sonido para que no me molestara. La música es buena pero fácilmente olvidable, casa con cada nivel en el que nos encontramos y poco más.

Respecto a la optimización, el juego no requiere de una máquina potente para poder jugarlo. Cualquier PC de gama media e incluso baja debería de poder moverlo a 60 fotogramas por segundo.

UNA COSA MÁS

La copia del juego que GroovyMilk nos ha cedido estaba en perfecto inglés, pero ya nos confirmaron que el juego estará disponible en más idiomas, entre ellos el castellano, una vez salga a la venta. Creepy Road no cuenta con ningún tipo de extra o aliciente para rejugarlo más allá de los logros, y también hay que destacar que es muy corto. Completarlo puede llevar fácilmente 4 horas o menos. El juego está disponible para PC y MAC a través de la plataforma Steam el 17 de Mayo del 2018 a un precio de 9.99 €, un precio bastante bajo aunque acorde teniendo en cuenta lo mencionado más arriba. Por ahora no tiene previsto salir en consolas.

Los jefes, sin duda alguna, son uno de las mejores elementos del juego

EN DEFINITIVA

Creepy Road es un juego de acción aceptable aunque bastante mejorable. Tiene una estética vistosa, jefes divertidos y un amplio arsenal de armas que emplear contra nuestros enemigos aunque peca de bastantes errores jugables: el control del personaje no cuenta con diagonales, los controles con el mando a veces fallan, mala distribución de checkpoints, abuso de hordas exageradas de enemigos en segmentos cerrados, detección de impactos y equilibrio de daños de algunos enemigos injusta y frustrante. Si buscáis un gran shooter en 2D, éste difícilmente lo es, palideciendo bastante a la hora compararlo con clásicos como Contra o Metal Slug. Si buscáis simplemente un juego de acción y os llama la estética, adelante. Eso sí, a pesar de su bajo precio es muy corto y si no sois muy asiduos a obtener todos los logros en un videojuego, en 4 horas habréis acabado con él y no tendréis más motivos para rejugarlo. GroovyMilk tiene que seguir esforzándose.

 


Este análisis ha sido realizado con una copia cedida por GroovyMilk